domingo, 14 de septiembre de 2008

Ciudad industrial como fenómeno socioeconómico

La industrialización provoca en un momento de la historia una convulsión completa, definitiva. Una Revolución, claramente.

Podemos hablar que se combina la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, una más tecnológica y otra más sociológica. Sin embargo, a la vista de lo ocurrido, no esta clara esta diferenciación.

La industria provoca enormes migraciones y cambios profundos en la organización social. A lo largo de los cuatro ciclos de industrialización que son reconocidos, la industrialización textil, la introducción de la máquina de vapor y el ferrocarril, la introducción de la electricidad y la ingeniería pesada, y por último la producción en serie de tipo Fordista. Pues bien, y ejemplificando en esta última, la capacidad de influir socialmente era un postulado básico de esta evolución del sistema económico capitalista.

La industria, a través de la importancia que fue tomando con el tiempo la economía en detrimento de la religión, es más influyente en la construcción de la nueva sociedad que las ideas. De hecho, hoy día, reconocemos la muerte de las ideologías, sin sentido en un mundo que alcanza cotas de bienestar elevadas, donde ha acabado definitivamente el debate sobre la lucha de clases.

Es esencial considerar la ciudad desde la óptica de algunos pensadores de la sociología, que perciben esta mezcla compleja en la que los factores económicos juegan un papel esencial, pero no exclusivo. Castells habla de las características arquitectónicas y disposiciones espaciales, elementos símbolicos y campos de fuerza social, en una ciudad del consumo en constante transformación, fruto de la expansión del capitalismo.

Las dimensiones política, cultural y morfologica o ecológica de la ciudad articulan igualmente la construcción de esta ciudad, en una interacción que provoca mutaciones en el escenario, pero sobre todo en los actores, constantes. Y ese equilibrio es el que parece necesario proponer desde la arquitectura.

Efectivamente, la política es una dimensión importante en la construcción de la ciudad, a través de la intervención tanto del poder económico y del estado, como de los grupos marginales a través de los conflictos que provocan y demuestran la existencia de una problematica latente. Pero en un segundo

Los Espacios Públicos y la influencia creciente de la sociología urbana

Los Espacios Públicos de la ciudad juegan un papel primordial en la cohesión social, tema que abordaremos más adelante, en la enorme influencia que las ciencias sociales están ejerciendo en la visión de los arquitectos, sobre todo la sociología urbana.

En el análisis de la ciudad de Vila do Conde, el grueso del análisis recae sobre la determinación de las variables sociales, es decir, métodos y técnicas de investigación sobre el terreno capaces de completar un análisis complejo, pero unitario, en este caso, de toda una ciudad.

Complejo e indivisible, porque la realidad sociológica no permite esta fragmentación, lo que a muchos arquitectos debe desesperar en grado sumo. No, no podemos estar alejados del conocimiento científico de nuestro objeto real: las personas.

Recuperar la trama para las personas. Estrategia de Espacio Público en retículas viarias.

Es importante recordarlo: las Retículas-Cuadrículas urbanas son mecanismos viarios, en primer lugar. El movimiento es su principal objetivo, y en gran parte esa es la clave de su éxito.

Retículas urbanas compuestas de vías e intervías. El Espacio Público es escaso en ellas, casi todas generadas en épocas de crecimiento en muy corto espacio de tiempo. La especulación del suelo es un fenómeno que aumenta igualmente, y se convierte en un factor más que, hasta ahora, antes de la ciudad industrial, estaba relativamente controlado. Pero las grandes metrópolis y el impacto de fenómenos de gran escala van a comenzar un proceso de internacionalización que, hoy día, con las comunicaciones electrónicas y la digitalización de la información, ha llegado al punto de denominarse globalización.

Recuperar la trama para las personas significa dos cosas. La primera, un nuevo papel para el automovil, una convivencia más adaptada a su posición real de servidor del ser humano, con un papel accesorio. La segunda, la comunidad urbana, abandonada desde hace mucho tiempo, engullida por el urbanismo desurbanizador de la pasada modernidad. En este sentido, la comunidad tiene que ver con elementos y eventos que compartimos, con normas, valores, símbolos y esquemas de comportamiento que, en la nueva ciudad del cruce de culturas, es más acuciante si cabe.

Los Espacios Públicos de la ciudad juegan un papel primordial en la cohesión social, tema que abordaremos más adelante, en la enorme influencia que las ciencias sociales están ejerciendo en la visión de los arquitectos, sobre todo la sociología urbana.

No podemos estar alejados por más tiempo del conocimiento científico de nuestro objeto real: las personas en sociedad. O corremos el riesgo, seguramente con la mejor intención, de generar orden de un tipo inapropiado o indeseable, de levantar monumentos a nuestra glorias sin conseguir resolver los problemas de nuestra época de ciudad, en la que nos toca intervenir. Edificios que son maravillosos, pero no para ese momento y ese lugar, porque no son lo adecuado para esa sociedad.

El trabajo del arquitecto es, en primer lugar, una tarea social, una necesidad profesional de resolver problemas. Las soluciones no pueden generarse sin incognitas. La ciudad no tiene tiempo ni medios para arriesgarse en intuiciones experimentales generadas por una élite de pensadores. Se articula, sobre todo, en el trabajo de equipos multidisciplinares que generen conocimiento para el desarrollo de lo que hacer, ahora.

El análisis, en la civilización del cambio, en la ciudad en mudanza constante, es solo válido por períodos de tiempo cortos, porque la interligazón entre los fenómenos que producimos y las consecuencias que generan en la sociedad global son casi inmediatas, al menos en las escalas de tiempo de las ciudades. La ciudad multi-on, inputs que generan nuevos inputs sobre el organismo urbano que generó el original.

La sustentabilidad tiene dos vertientes. Sustentable a nivel ecológico, manteniendo a nivel global una relación de cierto equilibrio con el medio, y sustentable a nivel humano, en una dimensión más psicológica o psicosocial, si se quiere, que nos permita habitar la ciudad porque esta contiene gran parte de las cosas que nos hacen falta. Hablamos de la presencia de lo natural, pero sobre todo de las actividades más esenciales, a parte del trabajo, que colman las necesidades intimas, que mantienen el equilibrio emocional del individuo, pero sobre todo de la sociedad urbana.

Las retículas urbanas como formas de crecimiento urbano

Las retículas o cuadrículas urbanas, en su forma más regular, son siempre mecanismos de crecimiento, es decir, de futuro.
La ciudad, a partir de cierto momento, o como en las ciudades de colonización española en America, de nueva planta, el mecanismo expresa la necesidad y la ambición de crecer. El futuro presenta para sus habitantes inmensas posibilidades, o bien grandes espectatívas para los poderes que las han creado.
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