El termino Etnicidad territorial nos habla de como un grupo social se apropia del territorio, dejando su huella en él. Evidentemente, nos traslada al terreno de la antropología del espacio para comprender la tipología de personas que habitan ese lugar.
El colorido social es un término propio para identificar una comunidad que tiene un modo particular de habitar, de trabajar y de relacionarse, y que han conseguido mantener una identidad propia. Pienso que los caxineiros son personas sencillas pegadas la mar, que en su encuentro con él mantienen su lugar predilecto, y a los que las bondades de la modernidad solo les parecen interesantes si las pueden integrar en su vivencia diaria. Las promesas de un mañana mejor no son buenas si las encaramos solos.
Realmente, me vengo planteando un estudio sociologico más complejo, ya que el centro de gravedad de mis propuestas es el espacio público y, por tanto, las personas que habitan y viven las Caxinas.
En su movimiento al portiño de las Caxinas, los pescadores poveiros crean su propia cosmovisión. A partir de este momento, ellos solo miran al mar. A un lado y a otro se puede desarrollar lo que quiera y quien quiera. Ellos no les van a entorpecer. Ellos solo miran al mar.
Solo importa que todos los de la lancha vuelvan, bravos hombres del mar. En casa quedan las mujeres orando y rogando por su vuelta. "Ayudanos, Señor". "Vamos a la playa, ya llegan".
No son diferentes los Caxineiros de otras comunidades de pescadores del noroeste de la península ibérica. Quizá que aquí, debido al tipo de pesca que realizan, han debido desarrollar un gran lazo necesario cuando tu vida depende del compañero que te sujete para no caer al mar, que el barco zozobra si todos no trabajan a la par.
Ese portiño tiene para ellos un valor de un lugar sagrado, una importancia mítica. El ágora donde van a desarrollar su vida y su expresión como comunidad. El trabajo, el almuerzo, la fiesta...la oración. Es la verdadera plaza de las caxinas.
Continuaremos con este tema en proximas entradas. Ver etiqueta COMUNIDAD.
sábado, 31 de mayo de 2008
Los equipamientos deportivos y zonas de juego
Los equipamientos deportivos para el ocio, como las zonas de juego, gracias a su proximidad, constituyen un lugar de reunión y una referencia para los niños y la gente más joven. Y no solo para ella, ya que un pequeño campo de futbol o una cancha de baloncesto (o ambos al mismo tiempo) pueden dar lugar a reuniones de habitantes de toda edad y sexo.
Nuestro objetivo al crear espacios públicos era dotarlos de instalaciones que atrajeran a los moradores a desarrollar una actividad, pero no sólo a los propios moradores de la manzana. Un deporte de equipo precisa de compañía, y las zonas de juego actuán como imanes para atraer la actividad y constituirse en punto de reunión de todos los habitantes.
La integración de un interior verde o ruralizado, con estos equipamientos para el ocio, creará un ambiente en el que los niños y los jovenes puedan desarrollar vivencias muy enriquecedoras que, por otro lado, van a cohesionar a la comunidad.
Nuestro objetivo al crear espacios públicos era dotarlos de instalaciones que atrajeran a los moradores a desarrollar una actividad, pero no sólo a los propios moradores de la manzana. Un deporte de equipo precisa de compañía, y las zonas de juego actuán como imanes para atraer la actividad y constituirse en punto de reunión de todos los habitantes.
La integración de un interior verde o ruralizado, con estos equipamientos para el ocio, creará un ambiente en el que los niños y los jovenes puedan desarrollar vivencias muy enriquecedoras que, por otro lado, van a cohesionar a la comunidad.
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La cuestión del comercio.
La situación actual del comercio en las Caxinas es buena, dentro de la crisis económica general del país. Su posición central entre Vila do Conde y Poboa provocan un movimiento que es claramente una potencialidad de las Caxinas, que se refuerza con el consumo interior, por la población propia.
En este contexto, y con el centro de gravedad del barrio situado en la marginal y la calle paralela más comercial, los logradouros deben introducir de un modo u otro esta función.
La habitación en planta baja, vivienda a nivel de calle, provoca un trato próximo entre las personas que es parte del carácter de los Caxineiros. Perderlo es como debilitar la cohesión de la comunidad. Sin embargo, dentro del uso comercial, cafeterías y bares son espacios semi-publicos que favorecen el contacto, sumando por su lado factores de cohesión a la comunidad. Es más, favorecen a los espacios públicos de los logradouros, provocando una permeabilidad entre la calle y el interior de manzana que es muy beneficioso, y además otorgan nuevas posibilidades a los negocios al dar servicio a dos ambientes diferentes, con horarios diferentes y complementarios.
Por contraste, los garages en planta baja son, la experiencia lo demuestra, desertificadores de la actividad humana, muralla de la comunidad. En resumen, motivo de desurbanización. Insisto en ello, puesto que constituyen actuaciones completas realizadas en el mismo espacio temporal, y que matan la vida social de las calles donde esto ocurre.
El automovil es lo que provoca, como vemos, muchos males. El comercio, una vez resuelta la necesidad de estacionamiento hacia el interior del logradouro, puede mostrar sus escaparates con total visibilidad, permitiendo que las personas vayan de un lado a otro de la calle comercial y atractiva, sin barreras de coches que molesten el paso.
La peatonalización sería el paso siguiente, provocando inmediatamente la incorporación de la estancia al paseo comercial. Bancos y terrazas se adueñarían de la calle, atrayendo a personas que en muchos casos no desean comprar, pero juntarse con los demás y beneficiarse de esa vitalidad que tiene lugar.
En este contexto, y con el centro de gravedad del barrio situado en la marginal y la calle paralela más comercial, los logradouros deben introducir de un modo u otro esta función.
La habitación en planta baja, vivienda a nivel de calle, provoca un trato próximo entre las personas que es parte del carácter de los Caxineiros. Perderlo es como debilitar la cohesión de la comunidad. Sin embargo, dentro del uso comercial, cafeterías y bares son espacios semi-publicos que favorecen el contacto, sumando por su lado factores de cohesión a la comunidad. Es más, favorecen a los espacios públicos de los logradouros, provocando una permeabilidad entre la calle y el interior de manzana que es muy beneficioso, y además otorgan nuevas posibilidades a los negocios al dar servicio a dos ambientes diferentes, con horarios diferentes y complementarios.
Por contraste, los garages en planta baja son, la experiencia lo demuestra, desertificadores de la actividad humana, muralla de la comunidad. En resumen, motivo de desurbanización. Insisto en ello, puesto que constituyen actuaciones completas realizadas en el mismo espacio temporal, y que matan la vida social de las calles donde esto ocurre.
El automovil es lo que provoca, como vemos, muchos males. El comercio, una vez resuelta la necesidad de estacionamiento hacia el interior del logradouro, puede mostrar sus escaparates con total visibilidad, permitiendo que las personas vayan de un lado a otro de la calle comercial y atractiva, sin barreras de coches que molesten el paso.
La peatonalización sería el paso siguiente, provocando inmediatamente la incorporación de la estancia al paseo comercial. Bancos y terrazas se adueñarían de la calle, atrayendo a personas que en muchos casos no desean comprar, pero juntarse con los demás y beneficiarse de esa vitalidad que tiene lugar.
Tipologías edificatorias (y 3). Nuevas tipologías propuestas.
En el nuevo contexto, los edificios se encontrarán con una nueva realidad: las dos fachadas.
Un fachada actual, a la calle. Y una nueva fachada, la del nuevo logradouro convertido en espacio público. Por tanto, a parte incorporar esta nueva realidad aquellas que vayan a rehabilitarse, las nuevas tipologías deberán adaptarse esta nueva situación.
Es necesario crear nuevas propuestas con tipologías que dialoguen con las antigüas, y adaptadas a este nuevo marco del interior de manzana.
Un fachada actual, a la calle. Y una nueva fachada, la del nuevo logradouro convertido en espacio público. Por tanto, a parte incorporar esta nueva realidad aquellas que vayan a rehabilitarse, las nuevas tipologías deberán adaptarse esta nueva situación.
Es necesario crear nuevas propuestas con tipologías que dialoguen con las antigüas, y adaptadas a este nuevo marco del interior de manzana.
Tipologías edificatorias (y 2). Las nuevas tipologías y los problemas derivados.
El skyline de las manzanas de las caxinas, sobre todo las que se encuentran en la calle comercial, presentan una imagen de caos, descordinación y desconcierto.
Por un lado, significan que las Caxinas son una zona atractiva, y según nuestros datos personas que no son de las Caxinas están comprando cada vez más. Y eso es positivo.
Por otro lado, los planes actuales no tienen un objetivo. La falta de uniformidad en actuaciones puntuales está también descontextualizada, y con respecto a la escala de la calle las alturas son excesivas. Además, aumentan el problema del estacionamiento en la calle, porque debido a sus dimensiones carecen de sotanos, y los bajos suelen tener carácter comercial.
Este desorden es inadmisible. Está generando desconcierto y aumenta los problemas del barrio. Es importante recalcar que el aumento de alturas no se ve correspondido por un incremento de los espacios públicos, que es precisamente el objetivo de nuestro proyecto. Además, la proporción de la calle no se corresponde con ese nº de alturas, violando las más básicas normas del puro higienismo.
La Camara debe parar y reflexionar, porque antes de introducir problemas nuevos, deben corregirse los antigüos. Y al no dar tipologicamente solución a las variables del conjunto, son siempre un problema añadido.
Por un lado, significan que las Caxinas son una zona atractiva, y según nuestros datos personas que no son de las Caxinas están comprando cada vez más. Y eso es positivo.
Por otro lado, los planes actuales no tienen un objetivo. La falta de uniformidad en actuaciones puntuales está también descontextualizada, y con respecto a la escala de la calle las alturas son excesivas. Además, aumentan el problema del estacionamiento en la calle, porque debido a sus dimensiones carecen de sotanos, y los bajos suelen tener carácter comercial.
Este desorden es inadmisible. Está generando desconcierto y aumenta los problemas del barrio. Es importante recalcar que el aumento de alturas no se ve correspondido por un incremento de los espacios públicos, que es precisamente el objetivo de nuestro proyecto. Además, la proporción de la calle no se corresponde con ese nº de alturas, violando las más básicas normas del puro higienismo.
La Camara debe parar y reflexionar, porque antes de introducir problemas nuevos, deben corregirse los antigüos. Y al no dar tipologicamente solución a las variables del conjunto, son siempre un problema añadido.
La utilildad del interior de manzana. Usos de los logradouros y necesidad de los mismos.
La vivienda de los pescadores es una versión modesta de la vivienda portuguesa urbana de la época. En la filosofía de una retícula utilitaria, solamente como instrumento sencillo y rápido para ordenar un asentamiento, tiene unos objetivos que el tiempo ha demostrado que no eran correctos, como suponer que las personas iban a cultivar una pequeña huerta en su parcela interior, o tener ganado o aves que les dieran huevos, leche y otros productos, en una especie de pequeña autarquía acorde con las circunstancias.
Hoy día, todo esto está superado. El interior contiene parcelas privadas, un espacio que permite desahogar la vivienda, y que puede llegar a parecer una pequeña ruralización de lo urbano. Pero su utilidad, como se demuestra por su estado actual, y en general en los ensanches, o está llena de zarzas y maleza, o está ocupada por la extensión de los bajos comerciales, creando a nivel de planta primera terrazas en el mejor de los casos, o simples coberturas en los otros.
Espacio perdido. Oportunidades nunca concretadas. Y es que no se trata, por su visibilidad, de un verdadero espacio propiedad de los particulares, es un espacio semi-privado, que visualmente pertenece a las personas que integran la manzana.
Éxodo rural o propuesta para una nueva sociedad burguesa, solamente Cerdá pensó en ruralizar lo urbano, y nunca pensó en un espacio encerrado. El interior de la manzana aún es una oportunidad que no se ha perdido, pero que tenemos que tratar desde el punto de vista de la recualificación urbana, y por tanto desde una óptica social.
La primera utilidad para el interior de manzana es el crear espacio público, como plaza o parque, o quizá como una mezcla de ambos, un híbrido empeñado en transmitir la idea de la sostenibilidad y la armonía con la naturaleza. La ruralización en la visión de Cerdá.
La segunda es retirar el vehículo lo más posible de la calle y aumentar el numero de plazas de estacionamiento para sus habitantes. Además, incorporar un nº importante de plazas de estacionamiento público, en regimen de cooperativa entre propietarios y camara, a través de la gestión de una empresa privada.
El problema del derecho de propiedad de los habitantes es un tema más político, y es inaceptable pensar en poner trabas al proyecto interior basandose en dificultades con sus habitantes. Tampoco es un gesto de despotismo ilustrado (ellos no saben lo que necesitan), aunque siendo serio todas las propuestas arquitectónicas lo son. La cuestión es dar y recibir, dialogar y poner de acuerdo, saber que se necesita y lo que se está dispuesto a dar, pero no olvidemos la idea marco: el espacio público es un claro beneficio que mejora la calidad de vida de los habitantes de las caxinas.
La contrapartida de suelo por estacionamiento y participación en los beneficios parece razonable. Incluso podría pensarse en pequeños locales para almacenaje. Aún no sabemos si el nivel freático podría hacer posible dos plantas.
Hoy día, todo esto está superado. El interior contiene parcelas privadas, un espacio que permite desahogar la vivienda, y que puede llegar a parecer una pequeña ruralización de lo urbano. Pero su utilidad, como se demuestra por su estado actual, y en general en los ensanches, o está llena de zarzas y maleza, o está ocupada por la extensión de los bajos comerciales, creando a nivel de planta primera terrazas en el mejor de los casos, o simples coberturas en los otros.
Espacio perdido. Oportunidades nunca concretadas. Y es que no se trata, por su visibilidad, de un verdadero espacio propiedad de los particulares, es un espacio semi-privado, que visualmente pertenece a las personas que integran la manzana.
Éxodo rural o propuesta para una nueva sociedad burguesa, solamente Cerdá pensó en ruralizar lo urbano, y nunca pensó en un espacio encerrado. El interior de la manzana aún es una oportunidad que no se ha perdido, pero que tenemos que tratar desde el punto de vista de la recualificación urbana, y por tanto desde una óptica social.
La primera utilidad para el interior de manzana es el crear espacio público, como plaza o parque, o quizá como una mezcla de ambos, un híbrido empeñado en transmitir la idea de la sostenibilidad y la armonía con la naturaleza. La ruralización en la visión de Cerdá.
La segunda es retirar el vehículo lo más posible de la calle y aumentar el numero de plazas de estacionamiento para sus habitantes. Además, incorporar un nº importante de plazas de estacionamiento público, en regimen de cooperativa entre propietarios y camara, a través de la gestión de una empresa privada.
El problema del derecho de propiedad de los habitantes es un tema más político, y es inaceptable pensar en poner trabas al proyecto interior basandose en dificultades con sus habitantes. Tampoco es un gesto de despotismo ilustrado (ellos no saben lo que necesitan), aunque siendo serio todas las propuestas arquitectónicas lo son. La cuestión es dar y recibir, dialogar y poner de acuerdo, saber que se necesita y lo que se está dispuesto a dar, pero no olvidemos la idea marco: el espacio público es un claro beneficio que mejora la calidad de vida de los habitantes de las caxinas.
La contrapartida de suelo por estacionamiento y participación en los beneficios parece razonable. Incluso podría pensarse en pequeños locales para almacenaje. Aún no sabemos si el nivel freático podría hacer posible dos plantas.
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Tipologías edificatorias (y 1). La cuestión del patrimonio.
La conservación de las tipologías, en su concepto más arquitectónico, nos obliga a una labor de estudio y de propuestas de rehabilitación.
Las tipologías predominantes en la zona, incluso en las nuevas construcciones, mantiene la vivienda en planta baja. Es más, en aquellas calles en las que hay predominantemente garage en planta baja, se ha perdido la vitalidad y el movimiento propios del resto del tejido.
Por tanto, conservar la tipología, rehabilitarla, es un primer paso en la conservación del ambiente urbano.
Las tipologías predominantes en la zona, incluso en las nuevas construcciones, mantiene la vivienda en planta baja. Es más, en aquellas calles en las que hay predominantemente garage en planta baja, se ha perdido la vitalidad y el movimiento propios del resto del tejido.
Por tanto, conservar la tipología, rehabilitarla, es un primer paso en la conservación del ambiente urbano.
Dinamicas sociales en las Caxinas. Recualificación e impacto social.
-Polaridad habitacional
-Atraer a nuevos habitantes ¿si 0 no?
-Perfil propuesto para los nuevos habitantes
-Estadísticas de las Caxinas.
-Alta natalidad
-Alta tasa de casas de emigrantes
Ahora es importante establecer la cuestión social, cual es la salud de la Comunidad de las Caxinas. Ese es el bien a proteger.
Entre las ventajas actuales, continúa existiendo un sentido fortísimo de comunidad. No hay brecha en la cohesión social.
Otra ventaja, quizá consecuencia de esta pertenencia a una comunidad con fuertes lazos, es la confianza en su futuro. La traducción de este sentimiento es la elevada natalidad. Si tenemos en cuenta que el noroeste de Iberia es una de las zonas del planeta con menor tasa de natalidad, y que perdemos población, es un indicador significativo y a mantener.
Haciendo un parentesis, incidiendo en esto último, la edad de la comunidad es joven, parece ser cercana a los 45 años. Y además es diversa, no hay un sólo grupo de edad, y también diversa en cuanto al sexo, predominantemente mujeres como es la tónica mundial.
¿Necesitamos incorporar nuevos habitantes? ¿No hay deficit de vivienda en el barrio?
Primero, deben ser las personas que en ella habitan. Y no es algo endogamico, ya que los jóvenes caxineiros se están formando y llegando a los mismos niveles que el resto de los jóvenes de la región. Ellos introducirán los nuevos contenidos en el barrio, desde la visión que tiene el que defiende lo suyo y lo cuida, modulando las necesidades y carencias con las ventajas que siente y que vive.
-Necesidad de creación de nuevas viviendas y suelo disponible. Densificación vs racionalización.
Las caxinas es un barrio de caracter residencial. La actividad comercial y ciertas actividades relacionadas con la pesca y pequeños talleres son complementarios. Pero la decadencia de la pesca hace de estos usos algo del pasado, y los nuevos pescadores precisan espacios de apoyo en el puerto, continuando con una actividad pesquera más racionalizada y segura, y por tanto con un futuro relativamente alagüeño.
...continuará
-Atraer a nuevos habitantes ¿si 0 no?
-Perfil propuesto para los nuevos habitantes
-Estadísticas de las Caxinas.
-Alta natalidad
-Alta tasa de casas de emigrantes
Ahora es importante establecer la cuestión social, cual es la salud de la Comunidad de las Caxinas. Ese es el bien a proteger.
Entre las ventajas actuales, continúa existiendo un sentido fortísimo de comunidad. No hay brecha en la cohesión social.
Otra ventaja, quizá consecuencia de esta pertenencia a una comunidad con fuertes lazos, es la confianza en su futuro. La traducción de este sentimiento es la elevada natalidad. Si tenemos en cuenta que el noroeste de Iberia es una de las zonas del planeta con menor tasa de natalidad, y que perdemos población, es un indicador significativo y a mantener.
Haciendo un parentesis, incidiendo en esto último, la edad de la comunidad es joven, parece ser cercana a los 45 años. Y además es diversa, no hay un sólo grupo de edad, y también diversa en cuanto al sexo, predominantemente mujeres como es la tónica mundial.
¿Necesitamos incorporar nuevos habitantes? ¿No hay deficit de vivienda en el barrio?
Primero, deben ser las personas que en ella habitan. Y no es algo endogamico, ya que los jóvenes caxineiros se están formando y llegando a los mismos niveles que el resto de los jóvenes de la región. Ellos introducirán los nuevos contenidos en el barrio, desde la visión que tiene el que defiende lo suyo y lo cuida, modulando las necesidades y carencias con las ventajas que siente y que vive.
-Necesidad de creación de nuevas viviendas y suelo disponible. Densificación vs racionalización.
Las caxinas es un barrio de caracter residencial. La actividad comercial y ciertas actividades relacionadas con la pesca y pequeños talleres son complementarios. Pero la decadencia de la pesca hace de estos usos algo del pasado, y los nuevos pescadores precisan espacios de apoyo en el puerto, continuando con una actividad pesquera más racionalizada y segura, y por tanto con un futuro relativamente alagüeño.
...continuará
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