El uso del logradouro ha perdido completamente su sentido. Sin embargo, el respeto a las vivencias y al espíritu de los caxineiros nos obliga a conservarlo, como pieza consustancial, indivisible, de su vivienda. Es tan fuerte la relación, que supondría una amputación de su carácter original.
Antigüamente, personas de varias nacionalidades pensaron lo mismo: "vamos a dar a estas pobres personas que no saben hacer otra cosa, un pequeño terrenito donde puedan cultivar o tener algún ganado". Así, la retícula se genera como la más simple, en el mal sentido, formula de agrupación. Casi parece un mecanismo de control, por su capacidad panóptica, para agrupar a comunidades complicadas. Recuerda mucho el espíritu del Paris de Haussman.
La necesidad de un logradouro es psicológica, pero también funcional. Hoy, como antaño en la viela que permitía el paso entre la calle y el logradouro, los niños jugaban y se entraba y se salía, como en una especie de plaza interior.
Los Destaques, un punto controvertido de la legislación portuguesa, simbolizan la influencia de la forma de familia portuguesa que conserva lazos a través de la proximidad. Si las casitas del logradouro son enfocadas como una vivienda auxiliar, un complemento, una salvaguarda frente a los malos tiempos que mantiene unida a la familia, el resultado es una comunidad segura de si misma, que responderá bien a los vientos y tempestades.
El Destaque solo se puede producir si da a una vía pública. Por tanto, ese espacio público tendrá que permitir esta accesibilidad, lo cual era nuestra intención primera.
Como comentabamos analizando la tipología, el garage en planta baja significa la muerte de las Caxinas. La hipótesis de cumplir los mínimos indices urbanísticos a través de las viviendas no es razonable ni viable. Es de todo punto imposible.
Porque si comenzamos, en la retícula original, a justificar la vivienda plurifamiliar, condenamos definitivamente a las Caxinas a la categoría de suburbio marginal, como consecuencia de la perdida de contacto con la calle y la introducción de tipos de escala inapropiada, y de la desaparación de los lazos comunitarios. Barrio dormitorio, no más.
Antigüamente, personas de varias nacionalidades pensaron lo mismo: "vamos a dar a estas pobres personas que no saben hacer otra cosa, un pequeño terrenito donde puedan cultivar o tener algún ganado". Así, la retícula se genera como la más simple, en el mal sentido, formula de agrupación. Casi parece un mecanismo de control, por su capacidad panóptica, para agrupar a comunidades complicadas. Recuerda mucho el espíritu del Paris de Haussman.
La necesidad de un logradouro es psicológica, pero también funcional. Hoy, como antaño en la viela que permitía el paso entre la calle y el logradouro, los niños jugaban y se entraba y se salía, como en una especie de plaza interior.
Los Destaques, un punto controvertido de la legislación portuguesa, simbolizan la influencia de la forma de familia portuguesa que conserva lazos a través de la proximidad. Si las casitas del logradouro son enfocadas como una vivienda auxiliar, un complemento, una salvaguarda frente a los malos tiempos que mantiene unida a la familia, el resultado es una comunidad segura de si misma, que responderá bien a los vientos y tempestades.
El Destaque solo se puede producir si da a una vía pública. Por tanto, ese espacio público tendrá que permitir esta accesibilidad, lo cual era nuestra intención primera.
Como comentabamos analizando la tipología, el garage en planta baja significa la muerte de las Caxinas. La hipótesis de cumplir los mínimos indices urbanísticos a través de las viviendas no es razonable ni viable. Es de todo punto imposible.
Porque si comenzamos, en la retícula original, a justificar la vivienda plurifamiliar, condenamos definitivamente a las Caxinas a la categoría de suburbio marginal, como consecuencia de la perdida de contacto con la calle y la introducción de tipos de escala inapropiada, y de la desaparación de los lazos comunitarios. Barrio dormitorio, no más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario