miércoles, 2 de abril de 2008

Circular por el exterior, circular por el interior

La manzana tiene una piel, y tiene un corazón, un alma.
En el exterior, alineada con las manzanas vecinas, forma una trama circulatoria que da soporte al automóvil y a los transitos de las personas que pasean la ciudad, lo público.
En el interior, tiempo para nuestra expresión próxima, para el lugar donde somos vecinos de una gran sala común, soporte de nuestras vivencias más cercanas, marcando el segundo lugar en nuestra jerarquía personal.
En la propuesta para Calendario, freguesía de Vila Nova de Famalicao, apuntaba a la creacción de multiples espacios publicos, de carácter diferente y complementario, de dimensiones combinables por la naturaleza de la manzana abierta, cuyas aberturas para el acceso de peatones permitían alinear itinerarios peatonales convirtiendose en auténticas calles para el comercio y el disfrute de los ciudadanos.
La zona residencial definida en Famalicao tiene muchas similitudes con la nuestra, siendo sin embargo enormemente diferente el contexto construido, la sociedad que lo habita y el entorno geografico que la enmarca. El instrumento urbano funciona: el logradouro es el espacio urbano que soportará la vida de la comunidad. Y esta es la clave.
La Comunidad de las caxinas existe. En el caso de Calendario, lo que pretendía era crear mediante la arquitectura una nueva comunidad. Ahora sé que esto es posible, porque tengo la sensación de trabajar sobre seguro, con la seguridad de lo evidente. Con la certeza del espacio urbano.

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