Las Plazas Públicas van cambiando, inevitablemente, pero no comportan para la intervención el riesgo de permanencia que va asociado a arquitecturas o
La plaza cambia, se adapta, muta. Este si es un espacio mutante.
El tiempo y/o la sociedad, en su interminable capacidad interactiva con la arquitectura, obligará a intervenir. La Plaza no se explica sola, hoy, ayer. La plaza será explicada como la historia de la Plaza. Antes era así, por estas razones...Ahora ha cambiado debido a ... Es una señal que nos habla de momentos y de personas, de las relaciones de estas entre sí y con otras sociedades que las irradian, de oportunidades bien o mal aprovechadas.
La Plaza es un ejercicio de diseño libre, desprovisto de las exigencias de estabilidad y de programa limitado a determinados usuarios de la edificación, sin la trascendencia y la aritmética de una intervención a nivel de planeamiento urbano.
Es un lugar donde EXPRESAR una visión. Una concepción que debe ser democraticamente refrendada, y que afortunadamente como digo, puede llevarse a cabo borron y cuenta nueva.
Sin embargo, da vertigo. ¿Como poder expresar mi individualidad de creador y potenciar la vida de las personas que lo utilizan? ¿Puedo materializar mi propia concepción de los valores de esa sociedad y de ese lugar, y buscar el consenso de la sociedad que lo utiliza? Esto es. Esta es la clave: economía, estabilidad, funcionalidad de un programa extenso... nada de esto es aquí relevante.
Mi intención es utilizar nuestros recursos para crear un lienzo espacial, donde los colores son los elementos arquitectónicos a disposición. Expresión, sentimiento, ...comunicación. Tengo una idea acerca de esa sociedad, me empapo de las vivencias de esas personas, y ellos me cuentan que esperan de la vida y del futuro. Después, el riesgo del creador, pero desprovisto de la fatalidad de la permanencia.
Porque, con toda seguridad, se trata de una intervención efímera. La única virtud será esa conexión con el espíritu del lugar y de las personas, en ese momento concreto. Quizá si ponemos empeño y tenemos fortuna, seremos premiados con la aprobación de esas personas que, si merecen nuestro respeto, la destruirán para permitir a otros creadores la expresión de su mensaje, y asi por siempre.
En los hechos efímeros, donde nada queda, es donde mejor se expresa la grandeza del espíritu del hombre.
La plaza cambia, se adapta, muta. Este si es un espacio mutante.
El tiempo y/o la sociedad, en su interminable capacidad interactiva con la arquitectura, obligará a intervenir. La Plaza no se explica sola, hoy, ayer. La plaza será explicada como la historia de la Plaza. Antes era así, por estas razones...Ahora ha cambiado debido a ... Es una señal que nos habla de momentos y de personas, de las relaciones de estas entre sí y con otras sociedades que las irradian, de oportunidades bien o mal aprovechadas.
La Plaza es un ejercicio de diseño libre, desprovisto de las exigencias de estabilidad y de programa limitado a determinados usuarios de la edificación, sin la trascendencia y la aritmética de una intervención a nivel de planeamiento urbano.
Es un lugar donde EXPRESAR una visión. Una concepción que debe ser democraticamente refrendada, y que afortunadamente como digo, puede llevarse a cabo borron y cuenta nueva.
Sin embargo, da vertigo. ¿Como poder expresar mi individualidad de creador y potenciar la vida de las personas que lo utilizan? ¿Puedo materializar mi propia concepción de los valores de esa sociedad y de ese lugar, y buscar el consenso de la sociedad que lo utiliza? Esto es. Esta es la clave: economía, estabilidad, funcionalidad de un programa extenso... nada de esto es aquí relevante.
Mi intención es utilizar nuestros recursos para crear un lienzo espacial, donde los colores son los elementos arquitectónicos a disposición. Expresión, sentimiento, ...comunicación. Tengo una idea acerca de esa sociedad, me empapo de las vivencias de esas personas, y ellos me cuentan que esperan de la vida y del futuro. Después, el riesgo del creador, pero desprovisto de la fatalidad de la permanencia.
Porque, con toda seguridad, se trata de una intervención efímera. La única virtud será esa conexión con el espíritu del lugar y de las personas, en ese momento concreto. Quizá si ponemos empeño y tenemos fortuna, seremos premiados con la aprobación de esas personas que, si merecen nuestro respeto, la destruirán para permitir a otros creadores la expresión de su mensaje, y asi por siempre.
En los hechos efímeros, donde nada queda, es donde mejor se expresa la grandeza del espíritu del hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario