viernes, 13 de junio de 2008

Unidad y fragmentación. La percepción del logradouro

La diferencia fundamental entre el logradouro y el exterior de la manzana son las alineaciones.
Así como en el exterior, al menos las alineaciones siguen la línea marcada por el trazado retícular, en ambos exterior e interior las cornisas no siguen una única pauta, pero debemos añadir que esto se produce en dos niveles: la vivienda unifamiliar con hasta 3 plantas, y la vivienda multifamiliar que llega en ocasiones a cinco plantas.

El ancho normal de las casas está entre 4 y 5 metros, y provoca un enorme desajuste en skyline de la manzana. Sin embargo, este fenómeno nos ayuda a comprender la dificultad que debe presentar la agrupación de varios solares, que solo podemos suponer que las personas de las Caxinas se niegan a abandonar el barrio, que los beneficios económicos son para ellos inferiores a los perjuicios que acarrearía abandonar su sitio en la comunidad.


Nuestra propuesta pretenderá una uniformidad no forzada, muy parecida a aquellos casos en que la sociedad cambia, la escala de las actuaciones cambia o las vías exigen mayores anchos, obligando a retroceder a los edificios de nueva construcción.
En las Caxinas, en el logradouro, habrá dos fases de desarrollo de la intervención, que comentaremos en la siguiente entrada.

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