Como podéis ver, hoy ha sido un día provechoso para el espacio público en mi blog. Vaya, es que lo necesitaba. Claramente.
La cosa es que mi teoría es que la construcción del Espacio público es fruto de la casualidad, del azar. Pero, claro, si no os habéis leido las anteriores entradas, pues que no os podéis enterar de lo que quiero decir.
Casualidad y azar dentro de un orden. Como ese porcentaje que no nos crea un sentimiento de inseguridad, porque normalmente no altera nuestros planes, pero...¿y si los altera porque pasamos por allí, y vimos a tal o vimos cual cosa? Genial, la grandeza de la ciudad. La fuerza del marco que hemos ido creando para nosotros.
Reevaluar, recapacitar, percibir...¿Como lo consigo sin introducir lo casual, lo imprevisto? La seguridad es un concepto relativo, porque nuestra seguridad futura se asienta en lo que vayamos sembrando hoy. Ventajas, balanza entre lo aceptable, lo bueno y lo mejor.
Todos queremos más es el lema de la ambición o es el lema del sentido común. Depende de la amplitud de miras y la tolerancia, también dos actitudes ligadas al ser humano en sociedad, o sea, en la ciudad.
Conclusión: dejar un margen a lo imprevisible, seguir paseando la ciudad de una manera diferente cada día. Por tanto, arquitectos y urbanístas, diseñar los marcos que permitan que este azar exista y crezca para tener éxito en la construcción de la ciudad.
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