Cerdá se presentó al Concurso convocado por el Ayuntament para el Eixample, y lo perdío. Fue impuesto por Madrid, para suerte de Barcelona, Catalunya y de todos.
¿Cómo es posible? Visto ahora, con el paso del tiempo, no podemos creerlo.
Cerdá creó una ciudad para la Barcelona burguesa e industrial, y claramente contextualizada con una Barcelona defensora de su identidad representativa de Catalunya, pero también situada en el mundo, con trascendencia universal, de ahí sus tendencias hacia el olimpísmo y las exposiciones internacionales.
Y no es el aspecto clave que Cerdá fuera impuesto por Madrid, cuando claramente el nacionalismo estaba en clara expansión. Aún así, Cerdá contrarestaba esto con su posición política y dialogante, sus argumentos científicos y su figura capaz. Aunque había desconfianza, en mi opinión esto no era lo más importante.
Porqué el plan de Rovira era mejor es fácil de explicar: La gente lo podía entender. La dificultad de vender la retícula es un grave argumento contra ella. Las profundas influencias que la arquitectura y el urbanismo pueden tener en la historia de la humanidad están ejemplificados aquí. Es todo un tratado multidisciplinar, es un hito que obliga a conocer e imitar, analógica y metodológicamente hablando.
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